La Fe y La Vida: el campo de maíz

Un sol ardiente, brillando una amarilla dulce sobre el campo de verde y ocre, verde y ocre al horizonte. ¡Qué belleza! En el campo, veamos estas vistas con gozo y complacencia porque, aqui, siempre estamos esperando la innocencia, la pureza, una sentida virginal. El ciclo de vida. La vida y la muerte.

Entre los campos distintos, por supuesto, veamos, como siempre, las paredes compuestas de piedras quebradas, antiguas con los nombres y fechas inscritos, todos arreglados cuidadosamente. ¡Y qué historia en estas paredas! Toda la cultura, todas las idiomas, la poesia, las enfermedades, el amor...

Y ahora, los tractores y los cosechadoras
comenzaron su trabajo en los campos de maiz fértiles
. Toda la dia necesitaron trabajar para el bueno de la communidad, de la sociedad. Ninguna persona recordó por cuántos años estaba como eso, pero, ciertamente, siglos y siglos. Ninguna persona recordó quando el viejo cementerio se cambió en campo de maiz, pero, habría sucedido en etapas graduales.

Era el tiempo quando los primeros tallos del maíz brotaron de los sepulcros. Y, eventual era el tiempo quando no ya era posible usar el cememterio por su función original. ¡Y todos, todos, la resultad del fracaso total de los clerigos de la España "corregir" las nuevas ideas del Nuevo Mundo! Como no era posible reconciliar las ideas de las Aztecas con el Cristianismo. ¡Qué tonteria! Una idea maravillosa, cosando las semillas de maiz en los testiculos de los muertos, para creer la vida nueva de la muerte.

Por supuesto, muchas otras buenas ideas se deriven de esto. Por ejemplo, los espantapájaros, quiénes veamos retorcendo y gritando en sus crucifijos.

"cenizas a las cenizas y polvo al polvo"




© Copyright Jerome Raymond Kraus 2007